Mi blog de hoy iba a ir dedicado a Candela Peña, pero como
la práctica de LCA ha sido desastrosa, la verdad aún no sé porque razones,
aunque intuyo que comerse la tilde en “inglés” y que tu profesor piense que en
tu grupo sois médicos, sexólogos o guarros puede que tenga que ver, así pues hoy dedicaré mi blog a mi jornada en la
universidad que ha sido de lo más curiosa.
Podría empezar por
las ideas de psicópata que se me ocurren al ir a la universidad… pero
creo que ya las he nombrado en más de una ocasión, así que comenzaré por la
clase de EDM. A esas edades cuando piensas que ya lo has visto todo en una clase…llega
el momento en el que encuentras a compañeros comiendo una tarta en clase, a ese
factor se le añade la tensión general porque las notas de la práctica de lengua
están al salir, la clase es un caos, el profesor explica nadie escucha y justo
en el momento en el que salen las notas de las prácticas se oye un sonoro
¡Toma! Y el profesor se pira de clase y es cuando tú sientes que has
retrocedido años en el tiempo.
Después ha llegado el momento de comida en la cafetería, ese
momento en el que he comprobado la diferencia entre el arroz a la cubana y el
arroz a la alemana y así como que llevo toda la vida engañada pensando que comía
arroz a la cubana cuando en realidad comía arroz a la alemana.
Luego ha llegado la reunión del corto, la verdad es que esto
va tomando forma de una manera de lo más interesante a la que dedicaré
artículos más adelante.
Y si ya el día parece completetito…aún quedaban tres clases.
De las que tengo que resaltar especialmente la práctica de EDM porque escuchar
la canción de Aqua Barbie Girl en clase y leer que: “todas las chicas querían ser Barbie pero
terminaron convirtiéndose en mujeres no como Barbie pero a las que todos
queremos” o algo así, ha sido superior a
mí. Luego ya la grabación de planos con la cámara de vídeo…que yo ya sabéis que
siempre he sido de fotografía, pero he de decir que le empiezo a coger el gusto
a esto del vídeo.
Y con esto y un bizcocho ¡Hasta mañana a las ocho!
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