viernes, 1 de noviembre de 2013

Salir en Halloween: ¡Toda una prueba de Supervivencia!

Hoy voy a narraros mi día de Halloween, ese día en el que a todos se nos va la olla, nos apropiamos de una fiesta extranjera y salimos a la calle disfrazados de seres encantadoramente macabros: brujas, carniceros sangrientos, esqueletos…y un sinfín de innumerables  personajes de pelis de terror. Para que nos vamos a engañar esta fiesta me encanta, de hecho siempre procuro disfrazarme, escuchar la B.S.O de “Pesadilla antes de Navidad” ,ver pelis de terror para conmemorar la fiesta, comer caramelos, ver Sleepy Hollow, porque un Halloween sin esa película no es lo mismo y por supuesto ver el especial Halloween de los Simpson eso nunca puede faltar. Dejando a un lado mis tradiciones personales de como celebrar Halloween voy a contaros mi Halloween de este año.

Tras levantarme en una preciosa mañana de niebla muy acorde a la ocasión, en la que podía haber hecho unas fotaKas impresionantes de no ser porque no llevaba la cámara encima, llegaron las interminables horas de clase, horas en las cuales no me pude centrar porque…¡Era Halloween! ¿Y qué me pasa a mi cuando me obsesiono con algo? Pues que me pongo a dibujarlo y así pasé mis horas de clase.

Después tocó ultimar los preparativos del disfraz que este año el elegido ha sido: Emily “La Novia Cadáver”. Y por supuesto un segundo ensayo de maquillaje tras la siesta, cuando estando yo en el baño, llamaron a la puerta dos niñas diciendo Feliz Halloween, la verdad no sé si esas niñas estaban allí por iniciativa propia o porque sus madres las habían mandado porque ¡Ni si quiera llevaban bolsa para las golosinas! Pero como buena gente que somos yo y mis compañeras de piso las dimos golosinas y galletas.

Llegó el momento de enfundarse el traje y el maquillaje y… ¡Los primeros sustos! Porque cuando tienes invitados que no saben que te vas a disfrazar, llaman a la puerta y tú les recibes abriendo la puerta a oscuras con un mega cuchillo en la mano pues…asusta un poco xD También tras esto, bueno más bien después de la cena llego el momento de: ¡Ey! ¿Por qué no hacemos una sesión de fotos siniestras en el baño?...resultado ida de olla macabra que da más risa que miedo, porque una Novia Cadáver en una bañera, con una copa llena da calimocho y zapatillas de estar por casa de Mikey Mouse no sé si exactamente da miedo xD

Y llegó la hora de salir de casa, pero faltaba algo esencial… ¡No sabía que zapatillas ponerme! Hasta que uno de mis invitados dijo: - ¿Y por qué no te pones las zapatillas más andrajosas que tengas o una de cada color? Dicho y hecho zapatillas de gualtra, una roja y otra verde + vestido+ maquillaje = Lista para salir en la fría noche, y lo de fría noche no es por añadir un adjetivo sin sentido a noche, no, es que hacía frío de narices, pero bueno sales de casa y piensas: nah, ahora llego a un bar y se me quita el frio-…pero llegas a los bares y hay tantísima gente que no hay quien entre y tú te preguntas ¿Y esta gente de dónde sale? ¿Por el día hay tanta gente en esta ciudad? No, no puede ser…quizás con el alcohol se dupliquen.  Ves gente, gente, más gente, gente borracha agresiva que si de por si un borracho agresivo da miedo imaginaros un borracho agresivo disfrazado de Fredy…acojonante. Cuando consigues entrar en un bar masas y masas de gente te apachurran, de tal manera que sales plana del bar, como si hubieses adelgazado 5 kg instantáneamente. Resumiendo llegas a la conclusión de que entrar a un bar es imposible y pasas la noche en la calle, helándote observando el panorama, al fin y al cabo sobreviviendo hasta que llega la hora en la que cierran los bares, vienen los riega calles y prácticamente te echan a manguerazos y es cuando tú ya dices ¡Llegaré a casa helada, oliendo a tabaco y a calle pero no mojada! Y sales corriendo como alma que lleva el diablo hasta tu casa huyendo de ese barrendero que amenaza con mojarte si no vacías las calles.  Y ya cuando llegas a casa piensas ¡Menuda Noche de Supervivencia!

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